martes, 6 de abril de 2010

Manipulacion Mental


Hemos de mirar a Pavlov, el científico ruso, para obtener una explicación técnica. En los primeros años del siglo, su trabajo con animales abrió la puerta a ulteriores investigaciones con seres humanos. Tras la revolución rusa, Lenin vio rápidamente el potencial de la aplicación de las investigaciones de Pavlov a sus propios fines. Pavlov identificó tres estadios diferentes y progresivos de la inhibición transmarginal.

El primero es la fase EQUIVALENTE, en la que el cerebro da la misma respuesta a estímulos débiles o fuertes.

La segunda es la fase PARADÓJICA, en la cual el cerebro responde más activamente a los estímulos débiles que a los fuertes.

Y la tercera es la fase ULTRA- PARADÓJICA, en la que las respuestas condicionadas y los patrones de comportamiento pasan de positivos a negativos o de negativos a positivos.

Con la progresión a través de cada fase, el grado de conversión se hace más efectivo y completo. Las formas de conseguir la conversión son muchas y variadas, pero el primer paso habitual en el lavado de cerebro religioso o político es trabajar con las emociones del individuo o del grupo hasta que alcanzan un nivel anómalo de ansiedad, miedo, excitación o tensión nerviosa. El resultado progresivo de esta condición mental es la disminución de la capacidad de juicio y el incremento de la sugestibilidad.

Cuanto más se mantenga o intensifique esta condición, más se agrava. Una vez se alcanza la catarsis, o primera fase cerebral, la conquista completa de la mente es más fácil. La programación mental preexistente puede ser reemplazada por nuevos patrones de pensamiento y conducta.

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